En los locos años '20, concretamente en el '26, apareció en el mundo de la animación una icónica flapper, con vestidos ceñidos y con corte de cabello denominado Bob cut, ahora popularizado por actrices como Anne Hataway.
Este personaje entrañable y reconocible es nuestra Betty Boop (de hoy en día... ya lo entenderéis) creado por Mr.Natwick y moldeado a partir de la figura de la actriz Helen Kane (aunque luego surgirían otras como Mae Questel). Pero Betty no empezó ni siendo Betty y ni siquiera siendo un sex symbol animado.
El propio Natwick reconoció que su aspecto original era el de un perrito caniche antropomorfo y bastante feo. Apareció entonces en los años '30 en el cine como una perrita cantarina de los estudios TAlKCARTOON de Mark Fleischer en el corto de Dizzy Dishes. Pero no tardó mucho en ser rediseñada y apareció en un nuevo film Any Rags de 1932 con una forma reconociblemente humana.
Es entonces cuando sus orejas de perro se volvieron pendientes en forma de aro y la nariz negra de perro fue substituida por una femenina en forma de botón. Es por eso que se convirtió en la imagen de chica flapper que conocemos actualmente, asopecto que la levó a ser considerada (sino el primero) uno de las primeras figuras sexys de cartón.
En sus primeras apariciones, Nancy Lee o Nan McGrew (todavia no era Betty), aparecía como personaje de apoyo y siempre sobresalía por tener más corazón que cabeza. Además era la novia dela verdadera estrella, su novio y perrito Bimbo (ahora entendemos porque su aspecto inicial era el de una perrita). Fue en 1932 en Stopping the Snow cuando, al cambiar su aspecto se bautizó como Betty Boop y se convirtió así en un icono y dibujo propio.
Pero siguió evolucionando y cada vez se tornó más femenina y sensual. Y su personalidad completa entró de llenó en los hogares en el corto Minnie The Moocher.
Es aquí donde Betty represento con totalidad la imagen de las chicas flapper de la época, completamente y sexualmente liberadas. Llevaba vestido corto, ligero y enseñaba su pequeño escote y se atrevía incluso a cantar y a bailar sensualmente el hula. Sin embargo, conservó en cierta manera una pureza y una cierta virginidad e inocencia (tenía 16 años) cuando declaró en el filme Boop Boop a Doop (que se convertiría en su fase célebre) que el malo Koko ¡No pudo quitarme mi Boop Boop a Doop!.
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