¡Ningún Genio Atrapado Deserta!


Escrito creativo de uno de los cursos que hice este verano. La idea era que a través de unas iniciales inventaramos una frase, aunque fuese disparatada, y a partir de aquí hacer un relato de unos 300 caracteres. 

¡Disfrutad (o no), las creaciones de mi mente!

"-¡Atención tropa! Estamos aquí para hacer la comprobación, así que poneros en fila y responded cuando os llame.-  Ahí iba otra vez el viejo Genio cascarrabias con sus aires de capitán. Ya hacía algún tiempo, que uno de nuestros compañeros tuvo la inmensa suerte de que su amo usó su tercer deseo para dejarlo libre. Como es lógico todos nos alegramos deseando algún día tener esa dicha. Pero para él, tantos años y tantas vidas en el oficio, lo consideró como una deserción. De ahí la obsesión de hacernos regresar a Arabia cada tres meses para iniciar un encuentro y recuento al grito final de… -“Y recordad, ¡Ningún Genio Atrapado Deserta!-. 

Realmente, mirándolo desde otro ángulo, ese pobre Genio tenía sus razones. Tantas vidas, tantos años… ya no le era nada conocido en el mundo. Había visto los cambios de la humanidad, mucha gente apreciada perecer y nunca más una manzana le había sabido igual que la primera vez que la comió. No tenía nada que perder pero tampoco nada que ganar. Su única familia éramos los 30 Genios exhaustos de cumplir los sueños de unos cuántos vanidosos; que si quiero ser más fuerte, ser más guapo, más poderoso, chistoso… y, cuándo no era eso, todo se centraba en el dinero, dinero y más dinero. 

Pero en una de las reuniones sorprendentemente no apareció. Y aquello fue la comidilla de todo el Gremio hasta que llegó una postal, sin duda de él; acompañaba de una foto en la cual aparecía con una mujer, al parecer humana y, de tez tan morena como él. Contaba que era libre y que se iba a vivir una vida mortal con su nueva esposa, la misma que le concedió la libertad. El tercer deseo. No le quedó más remedio que firmar como el Desertor."


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